Sanar duele, implica, exige dejar salir pensamientos y emociones añejos, algunos de ellos que a la distancia parecen tontos, absurdos, hasta desgastados, pero que estaban ahí, latentes, esperando el momento de ser liberados.   

Es raro, sin duda que tengo muy claras las decisiones que elegí para cambiar mi forma de vivir, para vivir de otra manera, para estar en paz. Veo la familia que tengo, que he construido junto con mi compañero y sin duda que me siento feliz y orgullosa. Es solo que de pronto siento cierta nostalgia... es mi locura -ahora consciente- que día con día contengo, trabajo para encausarla, para que lejos de hacerme daño me ayude, me eleve, ahora de otra manera, algunos me cuesta, otros días solo fluye. Supongo que hoy es uno de esos días que me cuesta y que de no ser por mi Maestro Fabián, que me planta en tierra con solo pensarlo -más aún al verlo- sería aún más. Sat Nam 

Siento la alegría, la recompensa de las bendiciones recibidas, pero siento también el dolor de la entraña que extraña...aunque sea a veces, veladamente, el secreto sabor de la divina inconsciencia que, para quienes lo hemos probado, nunca se quita.

Me siento tan produndamente felíz que lo único que me da temor sería no poder compartir mi vida con mi hijo de cuatro años. Ese es mi deseo más profundo, me sale desde la entraña, más adentro.

Agradezco cada día de mi vida de tener segundas y terceras, y cuartas oportunidades de construirme y reconstruirme, de perfeccionarme, de trascenderme, me gusta como soy ahora, como me veo y como me siento.

Me siento, me pienso y me veo, como una mujer muy afortunada. Tengo dos hombres maravillosos que acompañan mi vida y me hacen inmensamente felíz; además de la presencia y acompañamiento de mi madre desde Cuautla, con quien ahora tengo un vínculo fuerte y grato.

y pronto tendremos también una casa que transformar en un hogar

Ayer por la noche quedé impactada por la respuesta de mi hijo de 3 años. Estamos enfermos los tres, su papá, él y yo, tenemos una tos reseca que nos agota y encima él con una gripa que entre que fluye y no, ya le tiene la narisita lastimada. En fín, el caso es que se acercó la hora de dormir, él estaba molesto, "chillón" y queriéndose empezar a arrullar, para lo que usa un babero con el que se talla la carita hasta dormirse. Yo supuse que quería el babero pero su papá al no encontrarlo le pasó un pantalón de algodón y un pañuelo.
Fabián empezó a llorar con enojo y más fuerza. Yo salí por el babero y se lo dí. Después me metí con él a su cuna. Ese es mi momento privilegiado porque platicamos, me cuenta cuentos, en fín, estamos juntos y cercanos. Estando en ese momento le pregunté: y porqué lloraste? y me dijo: "porque yo quería mi babero y mi papá me dió un pañal y un pañuelo, y yo me sentí triste y enojado porque no me estaba escuchando..."
Entonces entendí que lo importante no era el babero, sino el escucharlo, el ponerle atención. Eso no sólo nos pasa con los niños, nos pasa todo el tiempo y me atrevo a generalizar, pero me impresionó la claridad con que un niño de tres años lo puede expresar y a mí, a mis 42 todavía me cuesta a veces, hasta identificar si es el "babero" o la falta de atención por la que me enojo o me entristezco. Creo que tengo que estar más en contacto con mi sabiduría original, interna, principal, para no confundirme más.

tanto tiempo

Tanto tiempo sin entrar a este mí espacio de confesiones, de deseos, de conflictuarme y de compartir, quizás con nadie, solo conmigo, pero esta bien, me sirve leerme y releerme.

Me sirve verme con espacio, con perspectiva, suena interesante...

Estoy creciendo...eso creo, cada día soy más "grinch" también, eso a veces me gusta y otras me molesta porque me siento una amarguetas, pero ahora veo las cosas desde una perspectiva menos o nada "naiv", será que estoy madurando, quizás es que soy mamá y eso, sin duda, me ha cambiado toda la visión del mundo.

No sé si mi vida se centra en Fabián solamente, pero sin duda es el Eje medular para organizarme, para proyectar, para planear, en fín. Es la sal, la pimienta, el limón, el condimento que le ha dado a mi vida una intensidad diferente de amor, de sabiduría y fuerza.

Paula fue la primera gran Maestra de mi vida, con ella empezó un camino que se me hizo largo y pesado, confuso y muchas veces oscuro porque no sabía cómo salir, o quizás no quería; pero tenía una luz tan penetrante y transparente que sin duda un par de años después de su partida, me llegó la iluminación y al parecer se sanó en buena parte mi cabeza, aunque sigo y me parece que seguiré también, disfrutando de una locura muy particular que es solo mía.


Fabián sin duda es mi Maestro y Bodisatva.

Regreso al origen

Parece que entre más flojita, mejor la vida, esa es quizás la mejor enseñanza que yo podría dejar de la vida, que mientras más resistencia se pone, las cosas o situaicones se vuelven más dolorosas y complicadas.

Ahora estoy en uno de esos momentos de vuelta al origen, regresé cabalísticamente a Cemefi, donde trabajé hace 9 años, por 9 años..., está bueno rgresar la mirada y verme en otras circunstancias... me parece que me gusto más así, más vieja jejeje, me siento mejor, hasta más guapa, creo que así se me puso el alma, más guapa.

Agradezco mis circunstancias porque hoy las puedo vivir con más aceptación.

cinco meses tres semanas ....

Estar embarazada por segunda vez, y en condiciones totalmente diferentes, muy pensadas, decididas y muy concientes, está siendo toda una experiencia.

El tener a mi hijo Fabián... aquí adentro, es una experiencia maravillosa que cada día modifica mi manera de percibir las cosas y a las personas. Me obliga a estar pendiente de mí, de mis emociones y de mis sentimientos hacia mí y hacia las demás personas.

Definitivamente es rudo viviendo en una ciudad como ésta, con tanto strees, conviviendo con mujeres neuróticas, que quiero por supuesto, pero que me envían un reflejo que definitivamente ni quiero para mí ni para Fabián.

Me queda claro que la vida tiene mucho que ver con mi actitud, ante la vida misma, ante mí, cómo me siento yo conmigo, cómo me veo, todo eso y sobre todo en la relación que establezco con los demás.

Hoy quiero estar bien, disfrutar de mi entorno, cuidarme a mí y a Fabián para evitar
contaminarnos con el ambiente exterior que es inevitable pasar por alto porque aquí vivimos.

Ser madre es maravilloso, Fabián está increible y todo lo que estoy aprendiendo de la educación pre-natal también lo está. Muy fuerte porque todo influye, todo lo que la madre hace, siente, piensa, desea, etc... y creo que es un gran compromiso mostrarle a un ser el mundo, con sus contradicciones pero con la maravillosa riqueza que implica el ser un ser sintiente y tener la fortuna de estar en este planeta azul maravilloso.