martes, junio 22, 2004

Me siento enojada..., no sé, como que estoy más irasible. En realidad sólo estoy haciendo berrinches. Me da mucho coraje la inconsciencia de la gente en este lugar, el jueguito estúpito de la cercanía con los jefes... pero qué tanta importancia!

Anteponer vanalidades al propio ser ¡que estupidéz! quien quiera que sea o que fuere. Quizás sea parte de los valores (?) de esta ciudad, de los confundidos valores que se entrecruzan, que se exigen, que se continúan por sobrevivencia, por conservar un lugar...porque la crisis, porque el ingreso, porque la situación está muy difícil, carajo!!! puros abusos! y encima vienen a decirnos -en esta pinche isla que te come toda privacidad- que si mi compañera arregla su lugar porque va a haber una visita... todo son apariencias, vivimos de eso a caso?

Pues quédense con eso porque yo de eso paso, más allá de esta basura de apariencias y falsas cercanías, hay que distinguir quien de verdad te quiere -y no coger- que te quiere bien, o si te quiere coger te lo anuncia desde el prinicipio. En todos los sentidos, por lo menos así ya saben -mutuamente- a qué le tiran y el que afloje, pues ya es cosa de cada quien.

Eso ya es otra cosa, es el: "me chingas o te chingo" y ahí sí, a ver quien es más cabronsito.