martes, septiembre 21, 2004

Agradezco que llegaras en el momento preciso para reconocerte y aceptarte, para caminar de tu mano por encima de mis miedos que con la seguridad que me das se van alejando;
agradezco amanecer entre tus brazos, fuertes y suaves, y reflejarme en tus ojos sinceros de niño;
agradezco el saberme tan querida e igualmente correspondida;
agradezco compartir contigo y con mis padres, y sentirme felíz y relajada;
agradezco lo mismo de tus padres: una plática abierta y sincera, y un recibimiento acogedor;
agradezco por cada segundo que existes en mi vida, por la luz que me das, por la fuerza y la alegría de que haz llenado mi vida, por lo que la llenas cada día...

Te agradezco.