lunes, junio 21, 2004

La otra noche soñé con mi ex-novio, con Juan, fue un sueño raro.

Yo llegaba con Sandra a una fiesta en un terreno al aire libre, por el terreno y la gente por todos lados parecía como tipo rave. Sin embargo, algo pasaba, algo se sentía en el ambiente que lo hacía distinto.

De pronto -de la nada- me encontré con Juan, estaba nervioso, temeroso y me explicaba no sé qué cosas: que lo habían detenido por no sé qué, no se si le había disparado o matado a alguien. Me pedía que lo ayudara a salir, que una chavita que andaba por ahí, con la cariña muy maltratada, mirada hacia el suelo y carita triste, le había ayudado. Parecía como que esa niña jugaba un lugar importante en el lugar, yo la ví en una especie de cabina que estaba por encima de nosotros del lado derecho. No entendía bien que pasaba, sólo que la niña esa con carita de muerma, lo había protegido.

En ese momento pasé de ser la ex-novia para convertirme en mujer y oreja, al mismo tiempo; me puse en el lugar de la niña esa y le dije a Juan que hablara con ella para decirle que se iba, para que no se sintiera mal -estaba segura de que ella lo dejaría ir para protegerlo, como ya había hecho- pero él no me hizo caso, ni me oyó, me jaló contra su cuerpo y me perdí en un beso tan largo durante el que me fue llevando hasta la salida. Ahí se apartó de mí y desapareció. Fue tan rápido que no entendí.

En ese momento se prendieron una luces que empezaron a girar y sonaron unas alarmas para alertar al personal de seguridad sobre la huída de Juan. La gente se empezó a movilizar y ví como la cara de la niña se transformó de muerma en ogro; al saber que Juan había desaparecido, enloquecío!, sólo quería atraparlo -yo creo que lastimarlo-, sus ojos, que antes no había podido ver, ahora brillaban de odio, de ira...

En ese momento entendí que eso no era un rave, que Juan me había usado para escapar, que eso era un terreno de la poli y que si me identificaban con él, quien sabe que podría pasarme!

El miedo me invadió y empecé a alejarme del lugar con Sandra. Ya más lejos de la gente, saqué de una mochilita roja algo parecido a una sudadera, me arranqué la blusa y la tiré al suelo, era rosa psicodelia con puntos amarillos. Se la extendí a Sandra, quería que la enterrara pero ella no accedió y me dijo que yo lo hiciera. Creo que la enterré, no sé dónde ni cómo, sólo sé que me quería proteger y salir del lugar.

Mi sueño se cortó y desperté un tanto confundida, por lo que no sé bien cómo terminó. Lo importante es que yo ya sé a qué responde mi sueño, eso es para mí, el sueño es para quien lo lea...

Ayer se lo conté a una amiga y me ayudó a descifrarlo. Me dijo que para ella en los sueños todos los personajes somos nosotros, así es que yo soy la niña muerma y también Marilú; el lugar tiene que ver con mi ámbito actual de trabajo pero es al mismo tiempo un reflejo de los gustos por la música que Juan y yo compartimos.

Quizás entonces mi sueño sea una mezcla de las diferentes etapas y sentimientos que he tenido con y hacia Juan: desde el dolor de perderlo, la obsesión por recuperarlo, la sabiduría de dejarlo ir..., el dolor y la ira juntos, el reconocer lo que no hubiera querido -el uso y el abuso-, qué más da.

Ahora Juan está lejos, no sólo lejos de mi vida, lejos físicamente. Yo sé -en mi fantasía quizás o porque ya he tenido la experiencia con Jaime de ese tipo de comportamiento-, que con sólo una señal mía él seguiría estando ahí -sin estar- como siempre...sin embargo, yo ya estoy y me siento más allá de Juan. Quiero superarlo por completo.

Te quiero por las líneas que haz dejado en mis manos, por las caricias que regalaste a mi cuerpo, y hasta por las heridas que todavía tengo en mi corazón.