Una vez más... aterrizando en esta ratonera, sintiendo el peso del desgano de llegar a un lugar indeseado, ni siquiera hacen de este espacio mejor, los amigos que en él se encuentran, como antes.

No por ello dejo de moverme, yo sigo, a costa de mi pesar, con la esperanza, deseo, voluntad o como se le quiera llamar, pa' lante. En espera de que algo suceda, de que algo más allá de mí se mueva y me jale a otro sitio, a un lugar mejor por supuesto.

Mi padre, mi amor más grande, gracias a Dios bien. Con mi madre, también todo bien, algunas veces jugando a ser amigas, otras desempeñando nuestro rol madre e hija, de la manera que podemos.

En estos momentos con un poco de temor y de cansancio..., a veces siento que quiero aventar la toalla, pero por mero cansancio o aburrimiento, pero la verdad es que la maestía le da un toque maravilloso a mi vida en el que me encuentro con una imagen que me gusta de mí. Me siento como una niña con una estrella en la frente todos los día. Ahí recibo el reconocimiento que necesitaría de mi trabajo y de donde siento todo lo contrario.

Propuestas sin concretar, ni hablar de las frustraciones y mucho menos del trabajo de aceptación, de espera y paciencia, por lo menos tengo claro que esa es unade las enseñanzas que me toca trabajar en la vida y eso por lo menos le da cierto sentido.

Por lo demás, aprendiendo a una gran velocidad, de mí, de mi pasado, de las heridas a veces no tan grandes en apariencia pero qué profundas! Me cuesta acordarme de ellas y a la vez, las tengo a flor de piel todavía.

Esa paradójica y lastímera combinación amor-dolor, está cabrona! no sé cómo he podido vivir de esta manera todos estos años sin extenuarme, o quizás es que por priemra vez la veo tan de cerca que he decidido dejar de vivir así, aprender, después de 22 años, a vivir de otra manera, a costa de mi estructura si es necesario Y ES NECESARIO!

A conocer el significado de ser pareja, de enamorarme, de respetarme, de respetar, de darme mi tiempo y mi espacio... por primera vez y estoy muy agusto