martes, noviembre 29, 2005

Quiero incluir este post en este espacio porqueme llegó mi responsabilidad con el espacio virtual y como en ese blogg sólo tenía este post, decidí incluirlo en Gatuna para rescatarlo -para mí- y eliminar el otro espacio. Así que bien, aquí va: " Regreso a la realidad o el golpe con ella" (19(01/05):

Luego de un aislamiento de dos semanas de la realidad nacional e internacional, de vivir en el mundo más allá de él y sus desgracias, se acabaron las vacaciones y con ellas también, mi aislamiento mediático. Aunado a mi resistencia de exponerme a los medios durante las sagradas vacaciones, contribuye mi televisión sin antena que hace más las funciones de una radio gigante.La cotidianeidad laboral exige la revisión de la prensa nacional, plagada más que de información, de dimes y diretes, de notas sensacionalistas y chismes políticos que ocupan las primeras páginas y dejan de lado las notas sobre los acontecimientos verdaderamente relevantes que días antes ocupaban las primeras páginas.

La visita a casa de un amigo de mi novio y la instrucción de dar seguimiento a un tema que no merece la pena mencionar, me plantó frente a un televisor por primera vez después de varias semanas. Me sentí como un aborigen la primera vez que descubrió el brillo del oro... la nitidéz de la imagen, el sonido y la fantasiosa cercanía de los acontecimientos que regala la tele me dejaron perpleja y casi al borde de las lágrimas.
No cabe duda que mi desconexión pagaba ahora el precio de la ignorancia, de la ignorancia y la indiferencia de haberme alejado de una realidad a la que sólo se puede acceder con los medios y sin duda, nunca de una manera más devastadora que con las imágenes televisivas. No puedo explicar la consternación que sentí con las imágenes de los desastres naturales en Tailandia, California, Mexicali, Costa Rica y Panamá... lo primero que me vino a la mente fue: porqué no estamos todos en oración y meditación? Cómo podemos vivir en medio de tanta desgracia y devastación? Pues así, así mismo podemos y seguimos viviendo.Cada uno sumergido en su burbuja, grande o pequeña pero burbuja al fin. Algunos menos egoistas que otros. Los hay desde quienes deciden solidarizarse con las causas filantrópicas como quienes prefieren el bloff y la vanalidad. Afortunadamente: Para todos hay y cada uno decide cómo y de qué manera quiere -y puede vivir-.Yo confiésome un tanto egoista, particularmente en este preciado momento de mi simple y fatua vida y creo que prefiero en silencio tener presentes las desgracias mundiales que exponerme a la crudeza y showbusiness televisivos.
posted by marilu at
5:56 PM